Terremoto de 7.1 grados – 19 de septiembre 2017

19 de septiembre 2017 - Terremoto 2017

El martes 19 de septiembre del 2017 sucedió una catástrofe, un terremoto de 7.1 un grados con epicentro en los límites de Puebla y Morelos, derrumbó escuelas, casas, edificios, condominios donde han fallecido 337 personas al día de hoy.

La semana pasada había estado en Acapulco descansando y también para aprovechar ver la pelea de Canelo vs GGG e inclusive en esos días salió el tema entre amigos el terremoto del día 7 de septiembre de 8.1 grados, pero nunca paso por nuestras mentes que pudiera suceder otro evento así. Bueno, yo realmente sí por los últimos post (El eclipse del 21 de agosto y las señales en el cielo del 23 de septiembre) que he escrito y así. Pero realmente nunca creo al 100% este tipo de temas aunque la verdad se me hacen muy interesantes.

El 19 de septiembre ya me encontraba en la Ciudad de México, mi esposa se había ido con su mamá al kinder, mientras yo descansaba y planeaba jugar todo el día Destiny 2, así es, TODO EL DÍA (todo el día a partir de la una, ya que tuve que lavar ropa y esas cosas, jejeje) justo acababa de terminar de tender, me senté en el sofa, prendí el Xbox, y en ese momento sentí cómo si un camión de carga, hubiera pasado por el departamento, en cuestión de un segundo, mi cuerpo reaccionó y ya estaba en la puerta ya que el edificio nunca se había sentido algo así y bajé muy rápido (vivo en el tercer piso) las sacudidas fuertes me agarraron ya en recepción entonces como que ya no pude correr bien hacia el corredor donde es como un parque y la zona más segura por lo que tuve que caminar.

Lo malo es que se me olvidó mi celular para poder contactarme con mis familiares y de aquí a que nos dejaran subir iba a tardar un rato. Todo estaba muy tranquilo, solamente había comentarios entre vecinos de que estuvo muy fuerte pero hasta ahí, estaban tranquilos, demasiado diría yo, pero sentí que realmente había sucedido algo grave aunque no sabía que.

Después de subir por mi celular inmediatamente empecé a contactar a mi esposa, mi papás mis hermanos y familiares (todo fue por whatsapp debido a que no había señal, pero datos sin problema). Mientras revisaba en las redes sociales lo que realmente estaba pasando, me di cuenta de la gravedad del evento.

19 de septiembre del 2017, después del terremoto

No había luz y estaba preocupado ya que no contactaba a mi esposa ni a mi suegra, por lo que pensé que estaban ocupadas con los niños, los padres de familia y el kinder. Pero después de un rato no lo pensé más y decidí ir. La ciudad era un caos, muchas personas tratando de regresar a sus casas, mientras intentaban contactar a sus familiares, el transporte lleno y escaso, algunas personas ofrecían un ride pero no bastaba, en ese momento Uber ofrecía sus servicios gratis pero la espera era de más de 15 minutos. Eso fue lo que esperé, de aquí a que llegaba el chofer de Uber (que por cierto, platicando nos dimos cuenta que eramos vecinos, vivimos a una cuadra de diferencia).

Mientras me estaba platicando de como se levantaba el asfalto de la terminal 2 del Aeropuerto de la Ciudad de México, yo estaba escuchando y platicando con mi mamá, si ya había contactado con mi papá y mis hermanos (mi hermano mayor vive en Querétaro por lo que el se contactó con nosotros para saber si estábamos bien), me dijo que no contactaba a uno de mis hermanos por lo que yo traté también de contactarlo, pero no contestaba.

Llegué al Kinder pero ya estaba cerrado, por lo que opté ir a casa de mi suegra, ya me fui a pie porque quedaba un poco cerca, mientras estaba escuchando de una escuela que se había caído por las personas que iban caminando, volví a darle otra revisada a las redes sociales y me fijé que aparte de esa escuela hubo varios edificios que se cayeron
por lo que comencé a pensar sobre qué íbamos hacer, que iba a pasar de ahora en adelante y las personas atrapadas en los escombros.

Me faltaban unos tramos y me llegó un mensaje de mi cuñado preguntando si estábamos bien, por lo que le dije que si, todo bien.

Cuando llegué a la casa de mi suegra ya me estaban esperando, por casualidad también había regresado la luz, sentí un alivio ya que me quedaba 10% de bateria, mientras se estaba cargando mi cel, escuchaba como les iba con los niños del kinder y les comenté como se encontraba la ciudad y del colapso de los edificios. Inmediatamente prendí la televisión y nos enterábamos de más cosas, de las personas extraviadas y de personas atrapadas. Comimos ahí, mientras se cargaba mi celular para no arriesgarme de que en el departamento no hubiera luz todavía.

Cuando llegamos ya había regresado la luz, prendimos la televisión para estar la pendiente de toda la información y no dormimos hasta como a las 3 de la mañana mientras seguíamos las labores de rescate en cada una de las edificaciones derrumbadas, realmente era difícil conciliar el sueño, hasta la fecha.

El 19 de septiembre es una fecha de tristeza por las pérdidas humanas y materiales pero también surgió nuevamente, como hace 32 años, el apoyo y unión de los mexicanos ante estos eventos devastadores.

Este año, el 19 de septiembre es una fecha que nunca olvidaré.