Cuando voy al cine en muy, pero muy raras ocasiones me ha tocado sentarme a lado de todo tipos de gente, pero en esta ocasión fue incómodo.

Me ha tocado sentarme cerca de personas que llevan niños en brazos para disfrutar de un rato agradable viendo una película, claro, a excepción de películas que van dirigidas a niños, ahí si no hay lugar para escaparse, te pueda tocar aunque sea un niño a dos asientos de distancia a la redonda, sea la edad que sea (bueno, de dos a cinco años digamos para ser más específicos, ya que a partir de seis años el niño puede poner atención a la película más tiempo).

Tipos de gente en el cine: los papás con niños

El caso de este particular post fue por la experiencia que viví hace un par de semanas cuando mi novia y yo decidimos ir a ver la película “Inside Out” o mejor conocida en México como “Intensamente”, fuimos un viernes ya había comprado los boletos a través de la aplicación de Cinemex, aunque lo único que me gusta de ese cine son las palomitas, pues decidimos ir ahí por que quedaba más cerca y era la única que encontramos en un horario nocturno.

Después de unos 25 minutos aproximadamente de spots publicitarios comenzó la película, todo iba bien, todo tranquilo, unas cuantas risas se escuchaban cada vez que decían o aparecía algo gracioso en la pantalla grande, hasta que después de la mitad de la película algunos niños comenzaron a desesperarse y gritaban y lloraban porque ya no querían estar ahí, pero los papás (oh si, los papás) no hacían nada más que regañarlos y decirles que se estuvieran quietos para que así ellos pudieran ver la película a gusto.

Lo que no se dieron cuenta algunos de esos padres es que ya había personas que se estaban desesperando y yo diría que demasiado, es más, llegó un momento que había cosas tan interesantes a la vez, (SPOILER) si Alegría y Tristeza iban a poder regresar al centro de mando (fin de SPOLIER) o si alguien se iba a agarrar a golpes para que pudieran ver a película. Por nuestra parte mi novia tenía cara de muy pocos amigos pero ya después de ver las situaciones que estaban pasando alrededor también se encontraba a la expectativa de lo que podría pasar, y yo pues todo tranquilo aunque con incertidumbre porque eran de esas veces donde no sabías que onda.

Hubo algunos padres que mejor tomaron a sus hijos y se salieron, fueron prudentes, y hasta se les agradece, pero otros, que por más “¡¡¡sssh!!” que les hacían pues no hacían nada.

Yo me quedé con un buen sabor de boca por las palomitas y por la película que estuvo entretenida, ha, y también con un “¡Me jodieron la película!” De un chavo que se encontraba al lado de nosotros, hubo momentos de que se pegaba tanto en las rodillas por la desesperación que le ocasionaban los lloriqueos de los niños, que pensé “Pobre chavo , no se va a poder parar de tanto golpe”.

Lo que les puedo decir de esta ida al cine es que somos muy intolerantes con todos los tipos de gente que te puede encontrar y sobretodo, que algunas personas son demasiado inconscientes como para llevar a niños de cierta edad al cine, porque, eso sí, aunque sea película para niños, no hay que dejar a un lado el considerar que hay edad para llevar a un niño a ver la película en la pantalla grande, bueno, al menos deberían considerarlo por las otras personas que van a ver la película también, o ya de perdida que lo hagan por sus propios hijos.